Este poema es fuerte. Doloroso. Pero a veces, la realidad es así. Y a uno no le queda más remedio que aceptarla, sobreponerse y continuar viviendo.
En memoria de Fabián...
Para prevenir a todos los que estén a punto de caer.
Para acompañar a todos los que lo necesiten.
Para que no necesitemos nunca más escribir cosas así.
CALLEJÓN SIN SALIDA
Un semipiso al sur de la miseria,
entre nubes de paco, una esperanza.
Callejón sin salida,
una moneda,
a cara o cruz
el futuro o la nada.
Susurros de la noche en sus oídos.
Migajas de dinero, alguna transa.
Manos en los bolsillos,
los puños apretados
y en el silencio cruel, alguna lágrima.
Un ramillete de hijos perdiéndose en la niebla,
mil amores vacíos, buscando una caricia para el alma.
Un recuerdo borroso,
dos disparos,
humo negro de paco
y una lápida.
Un semipiso al sur de la miseria,
entre nubes de paco, una esperanza.
Callejón sin salida,
una moneda,
a cara o cruz
el futuro o la nada.
Susurros de la noche en sus oídos.
Migajas de dinero, alguna transa.
Manos en los bolsillos,
los puños apretados
y en el silencio cruel, alguna lágrima.
Un ramillete de hijos perdiéndose en la niebla,
mil amores vacíos, buscando una caricia para el alma.
Un recuerdo borroso,
dos disparos,
humo negro de paco
y una lápida.