jueves, 26 de junio de 2025

Desde adentro

 El cazador emerge

de las tinieblas propias

y necesita presas

para intentar llenar

el vacío negro que lo absorbe a la nada.

Olfatea.

A veces, solo se trata del instinto.

La presa se aleja del camino.

Busca.

No sabe qué.

También, sólo se trata del instinto.

Existen tantas formas de descubrirse 

como incógnitas acerca del por qué.

La presa se acerca

mientras el predador se regocija.

Los dos van a la muerte

y ninguno lo sabe.

La presa siempre muere primero.

Pero algo de ella

queda en el predador como veneno.

Le impide respirar, en ocasiones.

Lo acecha cuando duerme.

Se extiende por su sangre mientras pasan los días.

Su agonía es más dura y más oculta.

Se retuerce y le desde adentro

y no puede sacarlo.

Una muerte tras otra.

Una voz tras otra.

Un silencio tras otro.

La horrible sensación

de ese vacío que se lo lleva todo.

Hasta a él mismo.

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