Caminó sobre una hoja
frágil, reseca, rota
Saltó
La pisó
Disfrutó el quiebre, el sonido
de la hoja rompiéndose
bajo su bota.
Saltó
Una vez
Dos
Tres
Sobre las hojas secas.
A un lado, el viejo árbol las dejaba caer
lentamente y sin pena.
Sabía, por árbol y por viejo,
que todo vuelve...
Hasta la primavera.
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