sábado, 9 de enero de 2010

DESENCUENTROS

Aquella noche regresó a su casa con los ojos brillando y aquel después te llamo en los oídos.
Se duchó, se acostó atreviéndose a soñar y, al día siguiente, se sorprendió sonriéndole al espejo.
Esperó. Un día que se hizo eterno. Dos días, esperanza. Tres días, ansiedad. Cuatro días, miedo. Cinco días, decepción. Seis días, resignación. El séptimo día, luego de haber llorado lo justo y necesario, maldijo a todos los después te llamo.
El décimo día sonó el teléfono... Ella estaba en el tercer día de otro después te llamo...

Roxana Laura Ronquillo

4 comentarios:

Canoso dijo...

Quién no haya dicho después te llamo, que arroje la primera piedra (o la factura del teléfono...)
Como siempre, muy bueno lo tuyo. Cortito y redondito.
No sabés lo que te envidio. El poder de síntesis jamás fue mi fuerte.
Saludos!

Carlos dijo...

Yo no te podia llamar, pero si pasar y saber de ti

Besos

Roxana Laura Ronquillo dijo...

Hola, Carugo!!!
Yo entiendo el "después te llamo" cuando no hay interés (es un recurso para que quede un poco más suave, para no decir "esto no va"), pero lo que no entiendo es el "después te llamo" cuando hay interés: dejar pasar más de diez días... ¿para qué, por qué? Eso no lo entiendo... ¿alguien me podría dar una explicación...? Ja jaja
PD: No siempre es tan cortito ni tan redondito lo que escribo... Esta vez me salió así... Ja ja
Un beso!!!
Ro

Roxana Laura Ronquillo dijo...

Graaaaacias, Carlos!!!!!!
Ahora ya me siento acompañada...
Un gran abrazo!!!!
Ro