sábado, 27 de septiembre de 2008

CALLEJÓN SIN SALIDA


Este poema es fuerte. Doloroso. Pero a veces, la realidad es así. Y a uno no le queda más remedio que aceptarla, sobreponerse y continuar viviendo.


En memoria de Fabián...

Para prevenir a todos los que estén a punto de caer.

Para acompañar a todos los que lo necesiten.

Para que no necesitemos nunca más escribir cosas así.


CALLEJÓN SIN SALIDA

Un semipiso al sur de la miseria,
entre nubes de paco, una esperanza.
Callejón sin salida,
una moneda,
a cara o cruz
el futuro o la nada.

Susurros de la noche en sus oídos.
Migajas de dinero, alguna transa.
Manos en los bolsillos,
los puños apretados
y en el silencio cruel, alguna lágrima.

Un ramillete de hijos perdiéndose en la niebla,
mil amores vacíos, buscando una caricia para el alma.
Un recuerdo borroso,
dos disparos,
humo negro de paco
y una lápida.

jueves, 18 de septiembre de 2008

LA PRINCESA Y EL DRAGÓN


















Amiga: brindemos por tu libertad con una copa
del más fino champagne virtual y un sándwich de mortadela.
Te quiero mucho

LA PRINCESA Y EL DRAGÓN
(A la sombra del Dragón)

Desde lo alto de la torre oscura,
tras los fríos cristales de su encierro,
la princesa se asoma.

Enormes ojos negros
encendidos de sueños…
(demasiado brillantes
para mirar un mundo
que ha perdido su brillo
entre las rutinarias paredes del infierno).

El dragón la vigila,
custodiando sus pasos,
y el silencio es un juego de miradas.
Donde antes se encendían
las luces de la aurora,
hoy ya no queda
nada más que nada.

Tal vez, en un principio,
(¡hace ya tanto tiempo!)
aquel dragón la amaba…
(como aman los dragones,
a su extraña manera…
difícil, retorcida,
egoísta, parcial o limitada)

Tal vez se miró un día
en la princesa
y en lugar de un reflejo
luminoso de vida
vio sus propias miserias oxidadas…
Y envidió a la princesa,
Su mundo de colores
rebosante de magia
(pese a todo).

Desde lo alto de la torre oscura
reinventando retazos de proyectos
en noches solitarias,
la princesa se asoma.
Se reinventa a sí misma
y se encienden sus ojos
de sueños a futuro,
de auroras luminosas,
y de mundos demasiado brillantes…
(como ella)

ROXANA LAURA RONQUILLO

martes, 9 de septiembre de 2008

De "EL LIBRO DE LAS SOMBRAS"



Prólogo

Cuando la sombra apareció en mi vida por primera vez, ni siquiera lo noté. Percibí un movimiento, algo así como una brisa extraña que opacaba el aire, pero supuse que era mi imaginación… o una ilusión óptica.
No sé si será un don, o una carga, pero desde esta primera vez que pude verla, descubro las sombras que acechan a quienes me rodean…
Casi todos nos negamos a mirarlas de frente. Buscamos evitarlas, creyendo, ingenuamente, que cerrando los ojos desaparece el mundo, al menos por un rato.
Algunos llevan sus sombras por largo tiempo, enraizadas a su espalda, a su vida, como viejas mochilas que los inmovilizan y les pesan.
Otros, juegan con ellas. Y terminan por desconocer cuál es su juego, cuál es su verdad.
Yo, simplemente, puedo percibirlas, quizás porque llevo (o llevé) algo de cada una.
En mi vida, aprendí que el peor ciego, es quien se cree libre de sombras, y juzga y condena “al resto”. Desconoce, no puede ver, que “uno” es “el resto”, y “el resto” es “uno”.
A lo largo del tiempo fui recopilando sombras. Porque en el fondo, hay muchas parecidas, y es bueno saber que la nuestra no es la peor, ni la única… Y porque no existe otra forma de ganarle… más que pararse frente a ella… y conocerla.


Esto recién comienza… ¿Tenés alguna “sombra “que quieras “sacar” de tu vida? (Algún dolor, un miedo, la soledad, un secreto, una adicción…): Escribime… Yo la transformo en relato, cuento o poema… Vas a ver que no sos la única persona a la que acecha la misma sombra.
Un gran abrazo.
Roxana
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