martes, 20 de diciembre de 2011


Sólo quedan las grietas de la nostalgia, abriendo cicatrices en las paredes, que pronto también caerán, rindiéndose a los golpes del martillo.
Mañana, todo será escombros del pasado, y esperar la promesa de la casa nueva, resistiendo el presente por un año, amontonados en las pequeñas casas amarillas, todas iguales, en fila, y sin pretensiones de destacarse...
La sociedad habla de vivienda digna. Y es verdad. Pero nadie conoce las historias, los corazones y las esperanzas que mañana o pasado se llevará, olvidadas para siempre, el camión de los escombros...

ROXANA LAURA RONQUILLO

4 comentarios:

gamar dijo...

Hasta un viejo juguete hecho con latas viejas nos desata esa nostalgia. Mucho más una casa.
Muy bueno.
Saludos

Dani.. dijo...

Sólo pasaba a saludarte y desearte unas felices fiestas querida Amiga..
Hoy deseo para ti que la dicha no suelte nunca tus manos..

Te envío mi abrazo
de corazón a corazón..
Dani..

Roxana Laura Ronquillo dijo...

GAMAR: Sí, así es... Yo trabajo como maestra comunitaria en el Barrio Evita (Partido de 3 de Febrero, justo frente al Mercado de Frutas y Verduras). Hace poco comenzaron la construcción de nuevas viviendas, provisoriamente (un año o tal vez más) la gente debe trasladarse a unas casillas-monoambiente, en las que la mayoría no puede conservar nada, porque, sencillamente, no cabe ni la familia completa...
Obvio que todos están contentos y a la espera de sus casas nuevas, pero el día que comenzaron a tirar abajo las casas viejitas, justo en estas fechas previas a las fiestas, hasta en los chicos se veía esa nostalgia... ese guardar "cositas pequeñitas" que pudieran conservar, ese ir y venir, intentando rescatar en su memoria los últimos días de "su casa"... Esa mezcla de felicidad y melancolía es impresionantemente fuerte...
Un abrazo!!! Y gracias por pasar!!!
Ro

Roxana Laura Ronquillo dijo...

DANI... Gracias!!!!
También van mis mejores deseos para vos!!!!
Y un abrazo enorme, como vos decís, de ♥ a ♥